Empecemos esta entrada breve con una cita de Herbert Marcuse: “El trabajo no es un concepto económico, sino ontológico, es decir, capta el ser mismo de la existencia humana en cuanto tal”.
Esta afirmación, procedente de un pensador de la escuela de Frankfurt de fuerte raigambre marxista, me parece una sospechosa apología del trabajo. En esta apología, curiosamente, coinciden tres tenaces ideologías: el capitalismo, el marxismo y el cristianismo. Dicho de otra manera, el trabajo es justificado por estas tres instancias tan diversas y, en ocasiones, antagónicas, como algo connatural al ser humano, o sea, puesto que somos seres humanos, somos seres que deben trabajar, pues el trabajo sería algo inherente a nosotros mismos. Estas tres doctrinas han buscado, a lo largo de su historia, utilizar esta apología del trabajo como una expresión, como un instrumento ideológico y pedagógico.
Ahora bien, la pregunta que lanzamos desde ‘Filosoqué’ no puede ser más evidente. ¿Es el ser humano un ser trabajador? ¿Somos más que homo sapiens sapiens un homo faber? O mejor, ¿homo labor? (esclavo).
El trabajo es el hijo de la curiosidad y la experimentación, y el proceso por el cual el ser humano transforma voluntariamente su realidad invirtiendo algún esfuerzo cognitivo o físico.
Gracias por tu aportación, Pedro.
A mi parecer (muletilla aconsejada por el profesor Manuel :P), el trabajo es el fruto de nuestra idea de sentirnos personas útiles. Es decir, desde el paleolítico, donde el hombre debía de buscar cazando o recolectando su propio alimento, el hombre posee un instinto de supervivencia que le lleva a estar continuamente «trabajando».
Este instinto, que no ha sido superado, lo tiene desde la persona más rica del mundo, cuya razón de ser, y una vez que posee todo lo que pueda desear, le exige sentirse ocupada, pudiendo imponerse desde obtener más dinero, hasta perderlo en cualquier casino.Por ello, ese instinto de mantenernos ocupados y la gran lacra del principio de utilidad, nos lleva a tener, por necesidad, una labor en nuestra sociedad. Estas labores pueden ser muy distintas y tener un significado distinto para cada persona.
Incluso aquellas personas que, por ciertas razones, podamos llamar como «vividores» o directamente «vagos por naturaleza» necesitan sentirse ocupados a su manera, como por ejemplo pasando las horas muertas con un ordenador o dando únicamente un paseo rutinario ciertas mañanas.
Quizás esté equivocado (casi con seguridad) pero el hecho de estar ocupados (que no trabajando!) nos hace, en parte, quizás mas cómplices con la sociedad, y por lo tanto más sociables (con las consecuencias que conllevaría la definición de Aristóteles sobre el hombre).
Un Saludo.
Creo que la palabra con la que más se relaciona el trabajo es «esfuerzo». Nadie piensa que ver una película sea un trabajo, o ir de compras (en caso de por casualidad lo sea, solemos envidiar profundamente al susodicho), y ya sea remunerado o no, queramos hacerlo o no nos guste, siempre cuesta un esfuerzo físico, personal o intelectual. Precisamente, una de las acepciones de trabajo es dificiltad o incluso molestia (me remito a los trabajos de Hércules o a los cervantinos de Persiles y Segismunda). Considero que el esfuerzo redime al que lo realiza, ya que se encuentra satisfacción en uno mismo o en sus resultados aunque el trabajo pueda ser por sí mismo «esclavizador».
Me ha gustado tu comentario en cuanto a la transformación de la realidad (ya sea física o metafísica, entiendo), Pedro, y lo uniría al comentario de Antonio para decir que lo que llamamos trabajo lo entiendo yo como el resultado de sumar el instinto animal de supervivencia y el instinto humano de superación, y para ambos es necesario, no cabe duda, invertir algunos esfuerzos. Como si la golondrina dudara sobre si es trabajadora por construir sus nidos, forma parte de su naturaleza. En el caso del hombre, si no es superación, entonces no es nada, y la prueba está en cada objeto que nos rodea.
En realidad me costaría admitir, con esta definición que estoy montándome, que un trabajo, al margen de que esté remunerado, pueda serlo con todas sus consecuencias si no supone cierto esfuerzo y en nuestra sociedad se critica con fiereza que una persona ocupe un puesto de trabajo si luego la vemos holgazaneando y decimos que en su trabajo (=sueldo) lo único que no hace es trabajar (=esfuerzo). Y creo que hay una diferencia abismal entre el trabajo y el estar ocupado, que va más con nuestras aficiones y tiempo de ocio. Aunque se puede vivir sin alguno de ellos, no creo que podamos vivir sin ninguno de los dos, nos volveríamos locos. La ausencia de todo trabajo nos llevaría a la desidia, a sentirnos vacíos y que nada tiene sentido, porque no ocuparíamos nuestras capacidades en ningún tipo de esfuerzo, no nos sentiríamos capaces en nada. Lamentablemente, esto se ha transformado en un problema social grave en muchas personas sin trabajo, por no hablar de los ni-nis y la cultura del no esfuerzo, que hace que las expectativas vitales (supervivencia) y personales (superación), se hayan derrumbado frente a la consecución de un placer mucho más inmediato y efímero que el que da la dedicación a una tarea más compleja, aun siendo el obtenido por ésta mucho más satisfactorio por el esfuerzo invertido.
Entonces, ¿el hombre es un ser trabajador? Yo pienso que sí, y que debería aspirar a serlo y ser enseñado a aspirar siempre a ello.
Os dejo una cita final. El trabajo, dijo Voltaire, aleja tres grandes males: la penuria, el vicio y el aburrimiento.
Posdata. Gracias por abrir este tema en Filosoqué?, Manuel y Fran, ha sido un momento de reflexión sobre la realidad cotidiana (quizá lo que merezca más reflexión de todo) realmente interesante.
A mi entender el sujeto de la pregunta es una de tantas formas de relacion de una sociedad. Entendiendo q hace miles de años los antepasados ya se fueron especializando en tareas (segun destrezas quiero intuir) diversificandolas por pequeños grupos o individuos. P.ej uno caza mientras otro recoge leña mientras otro mas tarde preparara el fuego para cocinar etc. Lo que da a lugar a que cada miembro de la comunidad realizaba un trabajo para cubrir sus necesidades y la de los demas. Me gustaria estenderme como la nocilla pero va a ser q no. Volviendo a nuestra epoca, dada la evolucion, se aprecian cambios, el mas importante es que el trabajo hoy dia es una necesidad en si misma para la supervivencia y un medio para ejercer las libertades» que nos quedan, todo ello dentro del marco del convencionalismo, obviamente. Me encantan estas preguntas tan sencillas, son tan abarcables desde tantos puntos de vista (no opiniones). Un saludo
La verdad es que leyendo las aportaciones anteriores uno se alegra de ver que si algo somos, somos «homo sapiens», porque pensamos. No obstante, veo que resulta difícil dirimir la cuestión principal, que puesta en términos filosóficos resulta complicada (¿es el trabajo una cuestión ontológica vinculada al ser humano?), pero si la ponemos en román paladino viene a ser así: ¿un ser humano debe ser un ser que trabaje?
Muy simple, el trabajo es el esfuerzo que hacemos para conseguir algo.